Contaminación del aire o atmosférica: ¿qué es y cómo nos afecta?

que es la contaminacion del aire

Hablar acerca de la contaminación puede ser algo familiar para todos en la actualidad, sea en el agua, en el aire, en diferentes ecosistemas, incluso en elementos como los alimentos que ingerimos. Sin embargo, hoy vamos a tratar un tema específico que ha sido un problema de gran peso desde el siglo anterior. 

Para el año 1970 se empezó a evaluar todas las variables que determinan lo que sería el aire de calidad ambiental óptimo para las personas que habitan un sitio específico. Estos estándares establecidos se contraponen a la cualidad de este elemento y los efectos que tiene sobre nuestra salud respiratoria. 

Pues bien, tras la revolución industrial, la aparición de fábricas que liberan desperdicios al aire, además de la aparición de los autos y el crecimiento exponencial tanto de la población, el tráfico y uso de combustibles fósiles tuvo un impacto grave en el aire, creando así un problema de salud pública. 

Este peligro ambiental no es nada nuevo, de hecho, desde finales del siglo anterior se han buscado alternativas; no obstante, como podemos notar hoy con el avance del cambio climático y el aumento considerable en problemas de salud, nos acercamos cada vez más a puntos de no retorno, ante los cuales medidas urgentes deben ser tomadas por los diferentes estados del planeta. 

Aun así, y por más que hemos escuchado sobre qué es la contaminación del aire y atmosférica, vamos a analizar detalladamente cómo se determina y caracteriza este problema ambiental. No es una dificultad lejana y solo de ciertas partes del mundo, es un riesgo que nos rodea a diario y que incluso se encuentra en nuestros hogares. 

 ¿Qué es la contaminación atmosférica?

También conocida como la contaminación del aire, más comúnmente hace referencia a la presencia de partículas gaseosas o sólidas en el aire, estas son resultado de emisiones orgánicas o producidas por el trabajo humano. Esto puede causar daños, riesgos y molestias a los seres vivos. 

Ahora bien, este problema ambiental se ha vuelto visible en distintos espacios, pero es principalmente evidente en las urbanizaciones, ya que estas se ven envueltas en nubes enormes grisáceas que dan cuenta de lo mucho que se ha contaminado el aire, esto se le conoce como smog. No obstante, esto no es propio de cada ciudad y esta consecuencia no es la única visible de este tipo de contaminación. 

Los daños provocados por esta clase de polución son variados y pueden traer graves problemas de salud, empeorar las condiciones atmosféricas para la vida en el mundo debido al efecto invernadero y lo que vivimos hoy con el cambio climático. Esto es causado por uno de los mayores contaminantes del aire: las emisiones de carbono. 

Por ende, podemos considerar que no existe solo un tipo de contaminación atmosférica, sino que esta se manifestará en varias formas. El esmog es solo una junto con la pérdida de visibilidad en ciertas zonas, los malos olores es otra, también podemos considerar los cambios en la temperatura de ciertas zonas; todo esto trae como consecuencia problemas de salud tanto respiratorios como cardiacos e incluso neurológicos, riesgos a accidentes o crisis ambientales, entre otros. 

Entonces, ¿cómo podemos hablar de cómo aparecen tantas variables que evidencian que la calidad del aire no es la mejor para los seres vivos de un ambiente? Claramente, no tenemos una sola fuente como la causa de este problema.

¿Qué causa la contaminación del aire?

Hablemos de las fuentes que han consolidado con el paso de los años esta cuestión que afecta nuestro ambiente. Se puede iniciar con el hecho de que más allá de la diversidad que existe en los orígenes de la producción de gases o sedimentos que contaminan el aire, resultan del trabajo humano, y con trabajo nos referimos específicamente a que son resultado de las actividades que realizamos en diferentes esferas de nuestra vida. 

Una de las causas más cercanas a nuestra actividad cotidiana es el tráfico. La contaminación relacionada con el uso de vehículos motorizados suele ser el primer pensamiento cuando se habla sobre este riesgo ambiental. Esto surge por el proceso de combustión del combustible y los resultados del mismo. Se considera que se emiten aquí la mayoría de elementos que contaminan el aire.

 Desde hidrocarburos aromáticos, óxidos de nitrógeno y azufre hasta ozono troposférico. Esto por nombrar unos pocos de todos los que aparecen como consecuencia. De mano a esto, algunos de los gases producidos son nocivos y también los podemos encontrar como derivados industriales. 

Debemos agregar también sustancias químicas como nitratos, polvos minerales, sulfatos y carbono que se desprenden de procesos industriales y el uso de combustibles fósiles, el humo creado por la quema de materia orgánica y el cigarrillo, a esto se denomina material particulado (MP). 

Por otro lado, tenemos los MP 2.5 o finos, es decir, una subdivisión de estos que son consecuencia de lo mismo, pero, suelen ser mucho más peligrosos debido a su tamaño. Son treinta veces más delgados que un cabello humano, por ende pueden ser respirados y viajar hacia el tejido pulmonar, trayendo graves consecuencias para la salud de todo ser vivo. 

Una causa más son los compuestos orgánicos volátiles, que también se conocen como COV. Estos son emitidos por el uso de pesticidas, pinturas, diversos artículos de limpieza, muebles o materiales artesanales como algunos pegamentos, asimismo, la gasolina y el gas natural son parte importante de este grupo debido a su proceso de combustión.  

Igualmente, el grupo de los hidrocarburos aromáticos policíclicos que son compuestos orgánicos que contienen en sí químicos como el carbono e hidrógeno. Aparece como consecuencia de la combustión y también, en la producción o el proceso de materiales como el caucho, hierro y acero. Estos son parte de los materiales particulados en algunos casos. 

Y por último, el ozono a nivel del suelo. Si bien este es un gas atmosférico que cumple una determinada función en ese lugar, cuando desciende y se mezcla con diversos contaminantes tales como los gases emitidos por automóviles, refinerías, calderas industriales, centrales energéticas y más, esto ocurre como una reacción entre todos los gases y la presencia de la luz solar.

Tenemos una gran variable de fuentes de gases que poco a poco se han acumulado entre la atmósfera y nosotros mismos, debido a esto se ha notado el empeoramiento de la calidad del aire, incluso, la cualidad de vida por los cambios drásticos que está ocasionando esta y los demás tipos de contaminación en el ambiente. 

Elementos contaminantes

Para conocer más sobre qué es la contaminación del aire debemos también hablar sobre sus causas en profundidad, cuáles son los elementos que aumentan este problema ambiental y en consecuencia los daños que traen. 

Entre los elementos que más se encuentran como contaminantes es el monóxido de carbono; sin embargo, no es el único derivado de este elemento que se encuentra, hay que agregar al dióxido de carbono como otro de los gases que son causantes de este tipo de contaminación. También debemos agregar: 

  • Ozono a nivel del suelo
  • Óxido y dióxido de nitrógeno
  • Dióxido de azufre
  • Plomo
  • Materiales particulados 
  • Hidrocarburos: compuestos de hidrógeno y carbono. 

Como pueden ver en la parte anterior, estos elementos son producidos por la fabricación de nuevas sustancias, el uso de diferentes combustibles, la quema de material orgánico y otros procesos industriales. El aumento de estos gases ha sido exponencial en el último siglo como consecuencia del crecimiento en el consumo. El impacto es innegable, ya que las consecuencias son visibles tanto en nuestra salud como en el bienestar del medio ambiente. 

¿Qué daños provoca la contaminación del aire a nuestra salud?

La polución atmosférica es un problema directamente relacionado con la salud pública, si bien de primera mano se relaciona estrechamente con problemas respiratorios como el asma, en detalle se ha descubierto que tiene impacto en la salud general de todos los seres vivos. 

No obstante, enfoquemos nuestra atención en los diversos problemas de salud pública que ha causado este problema ambiental. En esencia, afecta a todas las personas vivas sin importar dónde se encuentren y su edad, naturalmente podemos ver consecuencias directas en su salud al notar síntomas similares a los que aparecen con las gripes, tales como: 

  • Tos y flemas
  • Dificultades para respirar
  • Respiración sibilante
  • Opresión en el pecho
  • Falta de aire

Como pueden notar, todos estos síntomas son notorios en distintos tipos de enfermedades respiratorias, pero hay un aumento considerable en estos, que luego pasan a ser complicaciones tales como: asma, bronquitis, neumonía y enfisemas respiratorios. Empeorando así el estado de salud de las personas que viven en zonas con una peor calidad del aire.

Este hecho no solamente afecta el sistema respiratorio, sino que además hace más probable que la persona sufra de accidentes cardiovasculares, incluso a desarrollar enfermedades que empiezan a desgastar el sistema cardiaco o que llegue al punto de causar un derrame cerebral por estas causas. 

Sabemos que la salud del cuerpo es un mecanismo complejo que depende de sus partes, y si una de ellas tiene problemas, es probable que con el paso del tiempo las demás también desarrollen enfermedades o dolencias que pueden ser crónicas. Es habitual que personas expuestas a niveles altos de contaminación en el aire sufra de enfermedades respiratorias crónicas. 

Aunque los problemas respiratorios y cardiovasculares son las dos principales variables dentro de los daños de la contaminación atmosférica, también tenemos otra enfermedad que suele aparecer como consecuencia a la exposición a esta calidad precaria del aire y esa es: el cáncer. 

La exposición a gases tóxicos, a sustancias tales como el cloruro de metileno, benceno, el carbón para generar energía, entre otros, aumenta las probabilidades del desarrollo de cáncer de pulmón y también el de mama. Se ha llegado también a investigar que la exposición a largo plazo puede afectar neurológicamente, empeorando algunas funciones cognitivas de las personas. 

Estos son los daños principales a la salud de los seres humanos, pero ¿son únicamente estos los daños causados por la contaminación del aire? Tristemente, esto es tan solo una parte de las consecuencias provocadas por este tipo de contaminación. 

Es inevitable mencionar cómo el aumento de gases como el dióxido de carbono como consecuencia de las quemas de material orgánico ha sido una variable fundamental en el aumento de las temperaturas globales y que ha traído como consecuencia lo que llamamos hoy el cambio climático. 

Si bien esto afecta los ecosistemas, la vida de flora y fauna en todo el mundo; también tiene efectos directos en la salud de las personas. Se considera que el ser humano es un animal racional con la capacidad de adaptarse; aun así, los cambios extremos de temperatura y padecer temperaturas exageradamente altas no es bueno para la salud y claramente puede llevar a la muerte de muchísimas personas en distintos lugares del mundo.

Naturalmente, los más afectados son niños, niñas y personas de la tercera edad. Se sigue llamando a tomar medidas urgentes a los estados y empresas que están involucrados en este tipo de contaminación, pero nosotros, desde nuestros hogares, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo podemos cuidar nuestro aire o mejorarlo para proteger nuestra salud y la de los nuestros? 

Existen varias cosas útiles que podemos hacer para ayudar los problemas de contaminación del aire, del agua en los lugares donde vivimos; sin embargo, no estamos exentos de la polución que ya nos rodea constantemente, y que incluso está en nuestros hogares. 

El aire de mi casa, ¿también está contaminado?

Al saber qué daños provoca la contaminación del aire puede que sigamos imaginando las ciudades enteras cubiertas de esmog, incendios forestales lejos de nuestro hogar, las fábricas que quedan lejos de la urbanización en la que vivimos. Aun así, viajamos por la ciudad diariamente para ir a trabajar, estudiar y conseguir lo que usamos a diario, y el viento viaja a nuestro alrededor. 

El aire de nuestros hogares se renueva y viaja junto al aire que nos rodea en la calle, cuando abrimos la ventana para que el aire se renueve, para liberarnos de olores mientras cocinamos, entre otras acciones, entra y sale el aire. Ese aire que es parte de los lugares en que vivimos y de las mismas ciudades y países. 

El aire de nuestra casa no está libre de contaminación. Este se mezcla con todos los elementos que están afuera, los gases liberados por los autos que recorren las calles, por los olores y sedimentos liberados por las fábricas y las quemas de sustancias orgánicas en campos, así sea a kilómetros de nuestro hogar. 

Pero, ¿dentro de mi hogar existen fuentes que provocan la contaminación del aire? La realidad es que depende de varios elementos, el tabaquismo produce elementos contaminantes, la cocción en algunos casos, el uso de calefacción, algunos químicos en productos de limpieza. Sin embargo, varias de estas cosas son importantes para nuestra cotidianidad. 

La limpieza de nuestro hogar es imprescindible, igual que la cocción o la calefacción durante el invierno. El tabaquismo directamente es un problema de salud que requiere un acompañamiento en algunos casos, y en estas situaciones ¿qué alternativa tenemos? 

Pues bien, hay formas de ayudar a mejorar la calidad del aire de nuestra vivienda y ese es el uso de un purificador de aire. Si bien, no podemos por nuestra propia acción individual disminuir la contaminación atmosférica, pero un purificador de aire es un pequeño paso. 

Un purificador de aire adecuado con las etapas suficientes puede eliminar un gran porcentaje de sedimentos y partículas contaminantes, de mano de una buena ventilación puede sumar mucho para mejorar la calidad del aire de una vivienda o de un sitio de trabajo. 

¿Por qué es importante mejorar la calidad del aire?

Existen muchas razones dentro de los daños que provoca y las causas de la contaminación del aire que dan peso a la importancia de la calidad del aire y la necesidad de mejorarla. Pues bien, podemos citar algunos casos específicos para ilustrar esta necesidad: 

  • Hay estudios que han logrado relacionar una disminución considerable en ataques y padecimiento del asma en niños ante la baja del dióxido de nitrógeno y material particulado en el ambiente. También se halló un menor número de casos de bronquitis.  
  • Mejorar la calidad del aire tiene un impacto directo en el cuidado y mejora del funcionamiento cognitivo investigado por la asociación de Alzheimer e Institutos nacionales de Salud en Estados Unidos.
  • La reducción directa de la contaminación del aire, llevada de la mano del cierre de plantas de combustibles fósiles, ha traído como consecuencia una baja en la cantidad de nacimientos prematuros, lo cual, disminuye el número de defunción infantil. 

Estos son pocos estudios, pero que hablan del impacto en la salud pública en diferentes zonas. El simple hecho de mejorar la calidad del aire tiene una incidencia directa en el estado de salud de las personas que habitan esas zonas; sin contar que una mejora clara en el estado de los ecosistemas, en cuanto presencia de flora y fauna. 

Tips y consejos para combatir la contaminación atmosférica

Como bien sabemos, tenemos pasos que podemos tomar para buscar disminuir la contaminación del aire, esto tendrá consecuencias directas tanto en la salud, como en el clima de nuestro ambiente, entonces ¿cuáles serían esas acciones?

  • Mantener una buena ventilación y apoyarse en el uso de purificadores de aire: Permitir el movimiento del aire ayuda a que se estanquen menos sedimentos u otras sustancias en él, si sumamos la ayuda de un purificador podemos contar con una mejora directa en la calidad del aire del sitio en que nos encontramos.
  • Participar en proyectos de reforestación: Las plantas son las mejores aliadas para ayudar a mejorar la calidad del aire, específicamente por su capacidad de procesar gases orgánicos y producir oxígeno. Esto podría mejorar notablemente el aire en un lugar y mejorar incluso la temperatura de un sitio.
  • Apoyar el uso de energías limpias: El paso al uso de la energía solar y eólica son un paso más para disminuir considerablemente las emisiones de gases tóxicos que contaminan la atmósfera.
  • Reducir el uso de productos químicos: varias sustancias usadas para la limpieza del hogar pueden producir más contaminantes. Es vital buscar productos que sean biodegradables y que reduzcan el nivel de polución tanto en el aire como en el agua.

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