Gran parte de la superficie de nuestro planeta está cubierta por agua, y la mayoría de ella es parte de océanos y mares; sin embargo, usar este líquido salado para el consumo humano o para otras actividades siempre se ha descartado por la dificultad que existe de poder filtrar el agua de mar.
Sabemos que incluso en territorios en los que es difícil acceder a agua dulce, se ha buscado la perforación para hallar acuíferos, o construir pozos para acceder al agua, bien es sabido que el agua es un derecho universal, ya que es fundamental para el desarrollo y sostén de la supervivencia de cualquier ser vivo.
Debido a esto, en los años recientes, frente a los graves problemas de contaminación y el cambio climático, parte de los ingenieros químicos e investigadores se han volcado a la búsqueda de cómo podríamos acceder a agua potable. Sabemos que el agua no es un recurso renovable y que gran parte de ríos han sido contaminados, ¿cómo podremos conseguir más agua llegado el momento?
Si bien hay medidas que pueden realizarse en diferentes lugares del mundo, cambios en diferentes industrias que usan agua potable cuando podrían perfectamente usar otras alternativas, eso no resuelve crisis de acceso al agua potable en zonas en los que el agua dulce es imposible de encontrar o que los acuíferos escasean, pero tienen un acceso a agua de mar.
¿Necesitamos purificar el agua de mar?
Purificar el agua de mar es, entonces, una alternativa ante la crisis hídrica en zonas determinadas del planeta. Y una salida en caso de catástrofes mayores en un futuro cercano en el cual el agua empiece a escasear.
Siendo así, distintos investigadores de varias universidades en el mundo se han dedicado a buscar alternativas dentro de los diferentes métodos del tratamiento de potabilización del agua, filtros, purificadores, distintas membranas que se han usado para lograr acceder a un agua de calidad digna que cumpla con los requerimientos establecidos por la OMS.
Hoy, quizás, no es por entero una necesidad mundial, pero sí puede serlo para lugares específicos que pasan por una crisis hídrica importante.
Dispositivos que permiten purificar o filtrar el agua del mar
La desalinización es considerada por algunos investigadores e ingenieros químicos como una salida viable a los problemas de acceso al agua o crisis hídricas que se están padeciendo en diferentes áreas del mundo.
Debido a esto, en distintas universidades y grupos de investigación se ha empezado a crear y diseñar diferentes dispositivos con filtros que permitan la purificación del agua salada, cómo lograr esto es un reto; no obstante existen ya diferentes filtros que han logrado tratar el agua salina para así lograr un mayor acceso a este líquido tan primordial para nuestra existencia.
La base fundamental para esta investigación son los parámetros que ha establecido la organización mundial de la salud (OMS) sobre el agua potable bebible. Ya que el resultado del tratamiento hecho por los siguientes dispositivos debe cumplir con esos requerimientos. Principalmente, con los valores de sólidos disueltos totales en el agua, que debe ser menor a 600 miligramos por litro.
El Filtro PSP-MIL- 53, Australia.
En la universidad de Monash en Melbourne, Australia, se ha trabajado en la elaboración de un dispositivo que permita filtrar el agua de mar en poco tiempo y sin necesidad de una gran inversión. Este dispositivo se ha elaborado con compuestos organometálicos, también conocidos por sus siglas en inglés MOF, que constan de iones metálicos y crean un material cristalino.
Según el profesor Huanting Wang han encontrado un filtro que permitirá tener acceso a varios litros de agua potable para beber en un tiempo aproximado de 30 minutos y gracias a no requerir un alto inversión podrá beneficiar a las comunidades remotas que tengan problemas para acceder al suministro de agua.
El funcionamiento del dispositivo y cómo logra purificar el agua salada es el siguiente: Pasa el líquido salino por un tubo cubierto con una lámina de aluminio, en el cual se logra absorber la sal. De esta manera, el agua de mar que sale ha sido filtrada y transformada en una dulce. Sin embargo, ¿qué tiene que ver la luz solar en todo esto?
Pues bien, el proceso de separación se da gracias a la exposición del material MOF a la luz solar y al lavarlo con una pequeña cantidad de agua. Más exactamente, el filtro primero atrae y retiene en su superficie moléculas o iones de otro cuerpo, en ese caso, las sales del agua. Luego, al exponerse al sol, el material MOF se regenera, y queda disponible para ser usado de nuevo.
El proceso de regeneración tarda cuatro minutos aproximadamente, lo cual asegura que podrá volver a filtrar agua salada en un corto tiempo. Ahora, con respecto a los valores de sólido disuelto total, este filtro logró obtener un agua potable con 500 miligramos por litro en tan solo media hora, además de lograr filtrar otras partículas dañinas en el agua, aparte de la sal.
Se estima además que puede producir 139,5 litros de agua limpia, usando en promedio un kilogramo de MOF al día. Es una de las posibles herramientas que haría posible el uso de agua de mar para suministrar a poblaciones en las cuales acceder a aguas dulces es realmente difícil.
El método de Osmosis Inversa
Por otro lado, en México, en el instituto de ingeniería de la UNAM también se ha explorado el proceso de la desalinización. El investigador Jose Luis Fernández ha logrado procesar agua que proviene del mar en diferentes lugares. En cada uno de ellos se ha basado en uno de los métodos de filtración más conocidos: El proceso de ósmosis inversa.
El ingeniero explica que se puede usar energía solar para bombear agua de mar con alta presión a través de unas membranas ubicadas cuidadosamente en tuberías. Dichas membranas funcionan como filtros que retienen las moléculas de sal permitiendo así que salga agua purificada.
Este proceso que se ha probado en la zona de Los Cabos ha demostrado ser muy accesible, ya que requiere poca inversión monetaria para obtener litros de agua. Ahora, en lugares como La Paz de Bajo de California, se considera que podría tratarse aproximadamente mil metros cúbicos de agua. Esto sería una salida clara a los problemas de acceso al agua potable.
Podemos sumar aquí también, otro dispositivo creado por el doctor ingeniero Jorge Lechuga Andrade, quien logró crear un dispositivo que usa osmosis inversa para la desalinización, pero que, además, aprovecha el agua residual del proceso. Es decir, evita el desperdicio del agua.
Para evitar un impacto ambiental del agua que no logra ser purificada en el procedimiento de ósmosis inversa, se usa de tal manera que sus altos contenidos de magnesio para producir energía necesaria para realizar el tratamiento.
Ahora bien, el proceso de ósmosis inversa hace forma de una de las tantas maneras que existen para tratar el agua; sin embargo, el uso de este y más filtros nos trae a una pregunta fundamental, cuál es la diferencia entre un purificador y un filtro, y si estos funcionan para tratar el agua del mar.
El uso de ondas eléctricas
En el Instituto Tecnológico de Massachusetts, EE. UU., han desarrollado un método distinto para la purificación del agua de mar que recurre al uso de la electricidad. Si bien, parte de igual forma del proceso de ósmosis inversa, que separa los elementos en cuestión con la ayuda de una fuerza mayor.
También conocido como electrodiálisis de shock, esto se logra por medio del uso de unas micropartículas de vidrio y membranas por medio de las cuales la electricidad puede actuar más rápido, logrando así una separación más rápida y contundente.
En un principio, el único problema de este método es la clara necesidad de hallar un método que genere electricidad sin causar más gastos o problemas al ambiente. Pero, si se recurre a la luz solar, podría ser otro método que permita tratar el agua de mar, purificarla, filtrar y hacerla disponible para el consumo humano.