Seguramente has escuchado anteriormente sobre la contaminación del aire o la contaminación atmosférica, más que todo si estás interesado en cómo cuidar el medio ambiente y la salud de los seres vivos. Estos dos tipos de polución se refieren a lo mismo, la presencia de contaminantes en los gases que cubren al planeta tierra y conforman la atmósfera, entre algunos de esos gases se encuentra el oxígeno, el cual es fundamental para la vida terrestre.
La contaminación de estos gases se refiere al momento en el que se acumulan partículas como polvo, humos y olores en el aire. La presencia de estos sedimentos ensucian el aire, y no solamente perjudican su calidad y estado natural, sino que también tiene graves consecuencias en la regulación de la temperatura ambiental. Ahora bien, el aire contaminado que respiramos diariamente trae consecuencias a largo plazo, sobre todo para nuestro sistema respiratorio, convirtiéndose así en una amenaza para nuestra salud.
¿Qué es la contaminación del aire?
Primero que todo, hablemos de la atmósfera, como se nombró es la capa de gases que recubre todo el globo terráqueo, esta capa cuenta con distintos niveles según la distancia a la que están del suelo. Dentro de las capas de la atmósfera encontramos, por ejemplo, la capa de ozono, la cual absorbe un alto porcentaje de la radiación ultravioleta que proviene de los rayos solares.
En toda la distancia entre nosotros y el espacio exterior se encuentran diversos gases que recubren al planeta, ahora, la contaminación del aire es cuando dentro de este espacio de aire o gases encontramos gases, olores, humos o sedimentos en cantidades nocivas, o incluso presencia de partículas que no deberían estar ahí. Este aumento en gases nocivos, polvo o humo genera un desequilibrio entre los gases que conforman la atmósfera, afectando así el equilibrio ambiental del mismo planeta.
Esto es lo que denominamos contaminación atmosférica o contaminación del aire, en palabras más simples. Este tipo de polución se ha convertido en un problema de salud pública como consecuencia del uso intensivo de combustibles fósiles, automóviles, fábricas y demás desde la misma revolución industrial. Sin embargo, para la actualidad podríamos considerar que existen diversas causantes de la contaminación atmosférica.
Principales causas de la contaminación del aire
Hablemos entonces de los principales causantes de la contaminación del aire, si bien esta polución tiene su origen en diferentes fuentes, una de las principales recae en las manos de actividades humanas; sin embargo, aunque sea en gran parte responsable no es la única, ya que, puede haber causas naturales para la contaminación atmosférica.
En primer lugar, el tráfico vehicular es considerado uno de los fundamentales contaminantes emitidos, en esencia por el uso de combustibles fósiles, los cuales generan un aumento de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, distintos hidrocarburos no quemados y partículas finas. Como consecuencia genera la presencia de esmog o niebla contaminante, que podemos ver como esa capa gris oscura que recubre varias ciudades con gran población.
En segundo lugar, traemos de vuelta a los combustibles fósiles, pero en este caso, el uso de estos por diferentes industrias, y los principales contaminantes emitidos en este caso son los metales pesados, como el plomo y el mercurio, a la parte de dióxido de azufre y material particulado, que se refiere a la mezcla de partículas líquidas y sólidas de material orgánico e inorgánico que quedan suspendidas en el aire, las partículas finas de hecho, son parte de este material particulado, pero tiene 2,5 micrómetros o menos de diámetro.
Estos contaminantes son responsables de causar fenómenos como la lluvia ácida, lo cual tiene consecuencias a largo plazo en los suelos y en el agua, además de generar problemas de salud pulmonar. Por último, dentro de los principales responsables de este tipo de polución tenemos que sumar la quema de biomasa y residuos, aquí hallamos la presencia de hollín o carbono negro, dióxido de carbono y otros que tienen como consecuencia problemas de salud respiratoria y un aumento en el riesgo de cáncer en la población expuesta.
Es pertinente agregar que siempre que hablamos de contaminación del aire, pensamos en el aire del exterior, ya que su definición global recae fundamentalmente en ello. No obstante, el aire de nuestros hogares también puede contaminarse por el uso de algunos productos químicos que contengan benceno, formaldehído y tolueno, que suele ser parte de los componentes de pesticidas, pinturas o combustibles.
Tipos de contaminantes atmosféricos
Ya que la contaminación del aire no tiene como tal una única fuente determinada, se suele dividir en dos grandes grupos que categorizan a los contaminantes según su origen y emisión. En el primer grupo tenemos los contaminantes primarios que son aquellos emitidos directamente, por ejemplo, el hollín de un escape; por otro lado, los contaminantes secundarios serían el resultado de interacciones químicas, por ejemplo, el ozono.
Por lo general, los secundarios vendrían a ser el resultado de una acción de cadena entre los gases producidos y emitidos directamente, por ende, siempre se ha tratado de hacer un llamado a reducir la emisión de los primarios, por medio de filtros de industrias por dar un ejemplo concreto, logrando así que disminuya la presencia de óxidos de nitrógeno, para que evitar que reaccione químicamente y aumente la presencia de ozono en niveles más bajos de la atmósfera.
Contaminantes primarios
Veamos las distintas sustancias emitidas directamente a la atmósfera, sea por fuentes antropogénicas o fuentes naturales, estas no requieren transformación química para ser dañinos:
- Material particulado (PM₁₀ y PM₂.₅): Se refiere al humo producido por el tráfico vehicular, es decir, combustión de diésel, también, el humo creado por industrias siderúrgicas y cementeras, es decir, quema de biomasa. Este contaminante está asociado con aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y la reducción de la visibilidad.
- Óxidos de nitrógeno (NOx): Este gas es generado por motores de combustión, de nuevo vehículos, también por centrales térmicas. Contribuye a la formación de la lluvia ácida, y precede la formación de ozono troposférico.
- Dióxido de azufre (SO₂): Este gas es emitido por medio de la combustión de carbón, como en industrias varias y barcos, además de refinerías de petróleo. Suele estar vinculada a daños de ecosistemas, de igual forma que la irritación de vías respiratorias.
- Monóxido de carbono (CO): Particularmente producidos por vehículos con combustión incompleta e incendios forestales. Suele ser mortal en altas concentraciones, y genera disminución del oxígeno en sangre.
- Compuestos orgánicos volátiles (COV): Se puede hallar en algunas pinturas y disolventes, o en la evaporación de combustibles fósiles, como la gasolina. Suelen ser carcinógenos, como el benceno, y al igual que el óxido de nitrógeno, son parte de los causantes del ozono troposférico.
Contaminantes secundarios
Estos contaminantes se forman en la atmósfera mediante reacciones químicas entre contaminantes primarios y factores ambientales como la humedad y la luz solar. Conozcamos un poco sobre estos:
- Ozono troposférico (O₃): Producido por la reacción entre compuestos orgánicos volátiles, como el metano, y el óxido de nitrógeno. Hay que tener en cuenta que no es el mismo ozono que encontramos, en la capa de ozono que protege al planeta, sino que este es aquel que se queda en la troposfera y se convierte en uno de los gases de invernadero.
- Ácido Sulfúrico (H₂SO₄): Es el proceso de oxidación de dióxido de azufre ante la presencia de agua que se halla en el aire y las nubes, creando así lo que conocemos como lluvia ácida que corroe distintos edificios sobre todo, acidifica los suelos.
- Nitratos (NO₃): Reacción de óxido de nitrógeno con el amoníaco (NH₃) que puede hallarse en el aire. Este hace parte de las partículas finas, es decir, tiene un tamaño de 2.5 micrómetros o menor. Esto causa por sobre todo la eutrofización de las aguas, que es el aumento de ciertos minerales o nutrientes en el agua, lo que puede generar un desequilibrio en la misma.
- Aerosoles secundarios: Estos por lo general mezclan óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y dióxido de azufre con partículas en suspensión, creando una bruma atmosférica y de hecho, generando un enfriamiento climático.
Así que podemos comprender mejor por qué es fundamental la reducción de los contaminantes primarios, ya que son la base para que se generen los segundos contaminantes. Si se reduce, por ejemplo, la emisión de óxido de nitrógeno causado por los vehículos, y además, la de los compuestos orgánicos volátiles, de la mano de las gasolineras, no tendríamos la producción de ozono troposférico en días soleados y calurosos, reduciendo así la presencia del esmog en las ciudades.
Efectos de la contaminación atmosférica en la salud
La contaminación del aire es una de las mayores amenazas tanto ambientales como de salud pública, ya que se conoce su relación con distintas enfermedades crónicas y agudas que afectan múltiples sistemas del cuerpo. Veamos en detalle cuáles son dichas enfermedades y cuáles son los contaminantes vinculados con las mismas:
- Las enfermedades crónicas: sobre todo aquellas que afectan el sistema respiratorio, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC, esta es causada por exposición prolongada a humo de combustibles fósiles y biomasa. También, enfermedades como el cáncer de pulmón o leucemia, de hecho la OMS clasifica al aire contaminado como carcinógeno.
- Las enfermedades agudas: estas causan irritación de las vías respiratorias, produciendo síntomas como tos, flema y sensación de ahogo. Suelen aparecer como consecuencia a la exposición a las partículas finas y al ozono troposférico. Aquí, también sumamos enfermedades como neumonías y bronquitis, que aparecen más frecuentemente en niños, sobre todo en invierno por la quema de leña.
- Las enfermedades cardiovasculares: La exposición constante a contaminantes como el óxido de nitrógeno, al ozono troposférico y partículas finas, suelen aumentar el riesgo de padecimientos cardíacos, tales como arritmias e infartos, además de accidentes cardiovasculares. La presencia de estos contaminantes en el torrente sanguíneo son causa de inflamación y endurecimiento de las arterias.
- Las enfermedades cerebrales y del sistema nervioso: La exposición crónica al material particulado trae como consecuencia un aceleramiento del deterioro cognitivo, incrementando la probabilidad de sufrir de demencia y Alzheimer. Por otro lado, exponerse constantemente al hollín, es decir, carbón negro emitido por los autos que usan diésel suele aumentar los chances de derrames cerebrales.
- Mayor riesgo para grupos vulnerables: Si bien la mayoría de las enfermedades anteriores pueden aparecer luego de la exposición crónica a los contaminantes, los niños se ven particularmente afectados por la contaminación del aire, ya que afecta el sano desarrollo de su sistema respiratorio, generando mayor riesgo de padecer de alergias y asma.
Esta polución también afecta a las mujeres embarazadas, que pueden tener partos prematuros por la exposición a compuestos orgánicos volátiles como el benceno y a las partículas finas. También, la contaminación del aire aumenta los números de mortalidad en adultos mayores por enfermedades cardiorrespiratorias.
Es por eso que se recomienda en casos de estar expuesto a la contaminación del aire el uso de mascarillas N95, ya que en ciertos momentos del año, como el invierno, puede ser inevitable exponerse a un aumento de emisión de distintos contaminantes. Aparte de esto, el uso de purificadores del aire puede ser una alternativa segura para mejorar la calidad del aire en casa o espacios cerrados como oficinas, reduciendo así nuestra exposición a diferentes contaminantes.
Impacto ambiental de la contaminación atmosférica
La contaminación del aire o atmosférica no solo afecta la salud humana, sino que también trae graves consecuencias a distintos ecosistemas, acelera el cambio climático y perjudica la biodiversidad, pero veamos en detalle cómo esto ocurre:
Impacto Ambiental | Descripción |
---|---|
Cambio climático | Contaminantes como el dióxido de carbono y el metano —producidos por la ganadería y los vertederos— son gases de efecto invernadero responsables del aumento de la temperatura global. |
Daños a glaciares y bosques | Contaminantes climáticos de vida corta como el carbón negro aceleran el derretimiento de glaciares. El ozono troposférico reduce la capacidad de los bosques para absorber CO₂. |
Lluvia ácida | El óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, provenientes de industrias y vehículos, causan lluvia ácida, la cual acidifica suelos y aguas, afectando peces, flora y cultivos. |
Eutrofización | El exceso de nitrógeno en cuerpos de agua genera proliferación de algas tóxicas, deteriorando la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos. |
Pérdida de biodiversidad | Las partículas finas y pesticidas afectan a polinizadores como abejas y mariposas, mientras que la contaminación atmosférica altera rutas migratorias de aves. |
Medidas para reducir la contaminación del aire
Ya que la contaminación atmosférica es un problema tan amplio, es importante tener presente que debe trabajarse desde diferentes niveles, es decir, medidas tanto sociales y colectivas, como individuales. Tanto de hábitos personales como de políticas públicas que involucran a gobiernos e industrias.
En primera instancia, las acciones individuales pueden repercutir de forma directa si reducimos las emisiones por medio del uso de transporte sostenible, el uso de transporte público, vehículos eléctricos o bicicletas, esto disminuye directamente el uso de distintos tipos de vehículos que usan gasolina y diésel. Lo que nos lleva también a implementar el uso de energías limpias en los hogares, optar por reciclar y no quemar residuos, cocinar con electricidad o gas, en vez de leña, incluso incluir un purificador de aire para cuidar nuestra salud.
Ahora si hablamos de soluciones colectivas, tendríamos que apelar a medidas de políticas públicas, tales como los controles sobre las emisiones, leyes que controlen industrias y el uso de vehículos, proyectos que incluyan incentivos para usar mejoras tecnológicas tales como filtros en industrias para capturar material particulado y dióxido de azufre, o el uso de energías limpias. Además de proyectos de reforestación de especias nativas para revitalizar ecosistemas, o apoyar la agricultura regenerativa para mejorar los suelos y reducir emisiones de metano.
Conclusión
En resumen, la contaminación del aire o atmosférica es una crisis que sigue en aumento debido al uso de diferentes materiales y químicos que son contaminantes. La calidad de aire que sigue en declive, entonces, afecta tanto nuestro sistema respiratorio, como nuestro corazón, cerebro y el desarrollo infantil, lo cual afecta a personas de todas las edades generando un problema de salud pública.
La polución del aire, además, tiene consecuencias para el ambiente, incluso afectando la contaminación de suelos y el agua, con la lluvia ácida. Sumando una reacción en cadena de contaminación que nos obliga a tomar manos a la obra para reducir en todas las medidas posibles la contaminación atmosférica.
Fuentes consultadas:
- https://www.gub.uy/ministerio-ambiente/aire
- https://www.gub.uy/ministerio-ambiente/politicas-y-gestion/monitoreo-control-emisiones-aire
- https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/381919/B09436-eng.pdf?sequence=1
- https://www.who.int/publications/i/item/B09436
- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health